Las mentalidades de la mayor parte de los hombres necesariamente las forman sus empleos. Siendo las cosas así, el hombre cuya vida transcurre realizando unas pocas operaciones simples, cuyos efectos son, quizá, siempre los mismos o prácticamente los mismos, no tiene ocasión de ejercitar su intelecto... y por lo general se vuelve todo lo estúpido e ignorante que puede ser un ser humano...
Wilhem von Humbolt plantea "La importancia absoluta y esencial del desarrollo en su diversidad más rica". Un principio que no solo se ve minado por la restringida búsqueda de eficacia por medio de la división del trabajo, si no por la mano de obra asalariada en sí misma. "todo cuanto no se derive del libre albedrío del ser humano, que solo resulte de la instrucción y la guía, no penetra en su naturaleza; el no lo realiza con energías autenticamente humanas, si no meramente con precisión mecánica". Cuando el trabajador actúa bajo un control externo, "podemos admirar lo que hace, pero despreciamos lo que es". (Noam Chomsky - La conquista continúa).
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